NODAL: Esa es la razón por la que lo hice. Pero… Alguien dijo: “Oye, ¿alguien sabe cantar?” y yo dije: “Yo sé.” Aunque en realidad no sabía cantar.

RAMOS: ¿Pero ya te gustaba cantar en ese momento?

NODAL: No, no tenía idea de eso. Solo dije “sí.” Eso es todo.

RAMOS: En tu familia, todos cantan, ¿verdad?

NODAL: Sí, todos son músicos. La música siempre estuvo presente. Creo que por eso me resultó fácil decir “Voy a cantar,” pero en realidad no sabía cantar. Llegué a casa y le dije a mi mamá que me comprometí a cantar en el Día de la Madre.

RAMOS: ¿Y cómo lo hiciste?

NODAL: Mi mamá me puso la canción y practicó conmigo. Pero dos días antes de la actuación, le dije que no quería cantar más.

RAMOS: ¿Estabas asustado?

NODAL: Sí, estaba muy asustado. Pero mi mamá me dijo: “Ya lo prometiste, tienes que hacerlo.” Yo le dije: “No, mamá, no quiero,” pero ella dijo: “No, no hay otra opción. Dijiste ‘sí’ y ahora tienes que cumplir.”

RAMOS: Así que tuviste que subir al escenario.

NODAL: Sí, tuve que hacerlo.

RAMOS: Entonces esa fue tu primera lección sobre la responsabilidad artística, ¿verdad?

NODAL: Sí. Me comprometí y tuve que cumplir.

RAMOS: Recuerdo que una vez dijiste que a veces tenías que actuar aunque tu corazón estuviera destrozado.

NODAL: Sí, “el espectáculo debe continuar.” Aunque mi corazón esté dolido, tengo que subir al escenario. Es parte del profesionalismo, y la música es como una liberación. Hay muchas canciones que expresan lo que estoy sintiendo, y lo mismo le sucede al público. Es increíble ver cómo mi música impacta a la audiencia y recibir esa energía positiva de ellos.

RAMOS: Cuando actúas, ¿a quién sueles mirar? ¿Te concentras en las personas en las primeras filas o en otros?

NODAL: Miro a todos. Miro las luces, la banda, el público. Trato de disfrutarlo todo porque nunca sé cuándo será la última vez que suba al escenario.

RAMOS: Es un pensamiento muy dramático, ¿verdad?

NODAL: Sí, pero es la verdad. Nunca sé cuándo será la última vez, así que siempre lo disfruto como si fuera la última.

RAMOS: Una vez dijiste que te consideras romántico y valiente. ¿Esas son las dos palabras que te describen en el escenario?

NODAL: Sí. Y soy de Sonora.

RAMOS: ¿Entonces esa es la imagen que quieres proyectar?

NODAL: Sí. Siento que esos elementos me representan mucho. Más que querer construir una imagen, siento que eso es lo que mi música y todo lo que he hecho hasta ahora representan.

RAMOS: ¿Qué significa “Outlaw” para ti?

NODAL: Siento que todos somos “forajidos.”

RAMOS: ¿Entonces hay una parte rebelde en eso?

NODAL: Sí. Siento que vivo según mis propias reglas. No siento la necesidad de comprometerme con lo que los demás creen que debería comprometerme. Sigo el camino que elijo. Algunas personas me aman y otras no.

RAMOS: Por supuesto, tienes millones de seguidores. Muchas de tus canciones tienen hasta 800 millones de reproducciones. ¿Eso te sorprende?

NODAL: Sí, mucho.

RAMOS: Eso significa que 1 de cada 10 personas en el mundo ha escuchado tu música.

NODAL: Sí, esas cifras son impresionantes, pero lo que más me impresiona es escuchar a la gente cantar conmigo cuando actúo en vivo.

RAMOS: Entonces, si nadie canta contigo, ¿no es una buena actuación?

NODAL: Si veo que alguien está disfrutando, eso también es bueno. Pero realmente disfruto cuando la gente conoce la canción y canta conmigo. No quiero que solo sea una moda o solo cifras.

RAMOS: ¿Qué pasa con la mitad de las personas que van a tus conciertos que veo? Están filmando y cantando contigo al mismo tiempo.

NODAL: Eso también está bien. Mientras estén disfrutando del espectáculo, me parece maravilloso.

RAMOS: ¿Cuáles son las canciones que más aclaman? ¿Son las de desamor?

NODAL: Sí. He escrito muchas canciones de amor, pero las de desamor son las que destacan más.

RAMOS: Cuando una relación se rompe, ¿es eso lo más doloroso?

NODAL: Sí. Es el tipo de canción que a la gente le gusta escuchar.

RAMOS: Has hablado sobre sentirte solo después de cantar para decenas de miles de personas y luego ir a casa, a dormir. ¿Cómo es eso?

NODAL: Sí. Después de actuar, vuelvo a casa y me voy a dormir. A veces ese sentimiento es muy solitario, especialmente cuando no tengo a nadie a mi lado.

RAMOS: ¿Tienes algún ritual para relajarte después de una actuación?

NODAL: Aún no lo he encontrado.

RAMOS: ¿Unas cervezas, un tequila, una charla con alguien?

NODAL: Cuando estoy con mi familia, es más fácil. Estoy con mi hija y disfruto dormir. Pero cuando estoy solo, es más difícil.

RAMOS: Una vez dijiste que las cosas han cambiado últimamente. Terminaste una actuación y tu hija, Inti, estaba allí. ¿Eso cambió algo?

NODAL: Me sentí completo. Me sentí como la persona más afortunada del mundo.