La traición de Abel Salazar
Uno de los episodios más oscuros de la vida de Chávez Trow fue su enfrentamiento con Abel Salazar, un productor y actor prominente de la época. Según los relatos, Salazar convenció a José de aceptar un pago reducido con la promesa de un pago inmediato que nunca llegó. Esto llevó a un altercado en el que José, frustrado, dañó equipo de grabación. Salazar utilizó el incidente para presentar cargos, lo que resultó en un golpe devastador a la reputación de José. Este conflicto, amplificado por los rumores que Salazar promovió, provocó un boicot en su contra dentro de la industria cinematográfica, obligándolo a recurrir a la televisión para seguir trabajando.
La relación con Angélica Chain
La vida personal de Chávez Trow también sufrió un duro revés en su relación con la actriz Angélica Chain. Enamorado y confiado, José invirtió sus ahorros y recursos en apoyar la carrera de Chain, solo para encontrarse traicionado. Se decía que ella explotó su generosidad, llevándolo a la ruina financiera. Tras su ruptura en 1981, Chávez quedó con un corazón roto y deudas considerables, lo que lo sumió en una crisis emocional y económica de la que nunca se recuperó completamente.
Un legado marcado por la adversidad
A pesar de estos episodios, José Chávez Trow dejó una huella imborrable en la industria del cine mexicano. Apareció en más de 300 películas y colaboró con grandes estrellas como Pedro Infante y María Félix. Su compromiso con la actuación, incluso en los momentos más difíciles, es un testimonio de su resiliencia. Sin embargo, sus luchas personales reflejan el precio que muchos actores pagan en una industria donde el éxito a menudo viene acompañado de sacrificios personales.
Su historia sirve como un recordatorio de las complejidades detrás de las figuras públicas y de cómo el talento y la dedicación no siempre garantizan un final feliz en un mundo competitivo y, a veces, despiadado.