Cuando John anunció que quería el divorcio, Nicky se quedó atónita. Después de 47 años juntos, declaró que estaba “cansado” y deseaba vivir “como un hombre libre”. Se burló de ella por aferrarse a su matrimonio, insinuando incluso su interés por alguien más joven y emocionante. Furiosa, Nicky se negó a ceder y advirtió a John que se arrepentiría. En su lugar, él se rió y reveló que había vaciado sus ahorros conjuntos, reservándose un largo viaje a México para comenzar su nueva vida. Nicky estaba destrozada, pero decidida a no dejar que él ganara.

Pasaron los meses, y justo cuando Nicky se había adaptado a la vida sin él, John apareció en su puerta, luciendo angustiado. Para su sorpresa, suplicó por su perdón, explicando cómo había conocido a una hermosa joven en México, solo para ser engañado. Maddison, como se hacía llamar, lo había convencido de realizar tareas domésticas, cocinar e incluso cuidar niños, todo mientras evitaba la intimidad. Finalmente, desapareció, llevándose el último de su dinero y dejándolo humillado y arruinado.

Antes de que Nicky pudiera procesar su historia, sonó el timbre, y allí estaba Maddison. John se quedó sin palabras, reconociéndola como la mujer que lo había traicionado. Pero para su horror, Nicky y Maddison intercambiaron sonrisas cómplices, revelando que todo había sido una trampa. Maddison, o “Mandy”, era la hija de una amiga de Nicky, quien había aceptado exponer la infidelidad de John. Nicky había seguido sus movimientos en línea, ideando un plan para enseñarle una lección que nunca olvidaría.

A medida que John se daba cuenta de la magnitud de su trama, estalló, jurando venganza, pero Nicky exigió con calma que se fuera. Le dijo que iba a presentar el divorcio y que se aseguraría de que no recibiera un centavo. Derrotado y humillado, John se marchó, murmurando amenazas que a Nicky ya no le importaban.

Al final, Nicky y Mandy celebraron su victoria, disfrutando de una tranquila taza de té juntas. Unos meses después, Nicky finalizó el divorcio, y cuando sus hijos escucharon la historia, se pusieron firmemente del lado de su madre, considerando el comportamiento de su padre como una vergüenza. Nicky se sintió más fuerte que nunca, contenta de no haber permitido que John escapara de las consecuencias de su traición.