Carlos Reinoso, a sus 79 años, rompe el silencio y conmociona al mundo del fútbol


Carlos Reinoso, considerado uno de los mejores jugadores extranjeros en la historia del fútbol mexicano, ha decidido romper su silencio a sus 79 años, dejando a todos boquiabiertos con sus revelaciones. La estrella chilena, que dejó una huella imborrable en el Club América durante los años 70 como jugador y en los 80 como entrenador, ha compartido detalles de su vida que incluyen no solo su éxito en el campo, sino también su lucha contra la adicción a las drogas.

Reinoso, apodado “El Maestro”, confesó haber consumido hasta 20 dosis de cocaína al día durante un periodo oscuro de su vida. A pesar de su disciplina como futbolista, la adicción no llegó hasta su etapa como entrenador en Tigres UANL, donde se vio atrapado en un ciclo destructivo. En una emotiva entrevista, Reinoso destacó que su mayor triunfo no fue ganar títulos, sino haber superado las drogas con el apoyo de su familia y su fe.

Reflexionando sobre su recuperación, compartió: “El mayor triunfo de mi vida es haberme deshecho de las drogas. Me acerqué a Dios y mis hijos me ayudaron a seguir adelante.” A través de un grupo cristiano, encontró la fortaleza para enfrentar su adicción y finalmente tomar la decisión de dejar las drogas.

Sin embargo, la vida de Reinoso no solo ha estado marcada por sus batallas personales. Su tumultuosa relación con la cantante Lupita D’Alessio atrajo la atención mediática de manera intensa en la década de 1980. Ambos enfrentaron críticas y juicios públicos por su romance, que desafió las normas sociales de la época. La relación, que comenzó mientras ambos estaban en otras parejas, fue un escándalo que dejó una huella indeleble en el espectáculo mexicano.

A pesar de las dificultades que vivieron, Reinoso y D’Alessio lograron estar juntos durante cuatro años, aunque la relación terminó cuando Reinoso reavivó su vínculo con Verónica Castro, causando dolor y desilusión en D’Alessio. Esta historia de amor, llena de pasión y escándalo, se convirtió en un referente de lo que significaba amar abiertamente en una sociedad conservadora.

Hoy, Carlos Reinoso, lejos del campo pero no del corazón de los aficionados, sigue siendo una figura emblemática del fútbol mexicano. Su legado no solo se construye sobre los trofeos y los aplausos, sino también sobre la resiliencia y el amor que mostró en cada paso de su vida.