El artículo relata la preocupación de Manuel Mijares por los ataques y críticas recibidos por su hija, Lucerito Mijares, especialmente en relación con su apariencia física. Los comentarios ofensivos hechos por los presentadores Sofía Rivera Torres, Eduardo Videgaray y José Ramón San Cristóbal, conocido como “El Estaca”, durante el programa Qué importa, han causado un gran impacto en la joven artista, lo que la llevó a buscar ayuda profesional.

Lucerito, a pesar de su corta edad, ha comenzado a forjar su propio camino en la industria del entretenimiento y ha tenido que enfrentar la presión pública desde muy joven. En una entrevista con Jordi Rosado, ella confesó cómo estas críticas afectaron su autoestima, pero destacó el apoyo incondicional de sus padres y la importancia de la autoaceptación. Además, manifestó que no se deja llevar por el dolor, aunque reconoce el peso de ser una figura pública.

Manuel Mijares, preocupado por el bienestar de su hija, ha expresado su deseo de tomar acciones legales contra aquellos que han agredido verbalmente a Lucerito. El cantante considera que las leyes mexicanas deben proteger a su hija y a cualquier otra joven que esté intentando forjar una carrera en el mundo del espectáculo, libre de ataques hirientes y desmedidos. Su llamado es a favor del respeto y la tolerancia, dejando claro que los insultos no deberían ser aceptados ni normalizados en los medios de comunicación ni en la sociedad en general.

Por su parte, Lucero, la madre de Lucerito, también ha respaldado estas medidas y ha exigido la suspensión de los presentadores involucrados en los comentarios ofensivos hacia su hija. La situación ha llevado a una reflexión sobre la importancia de fomentar una cultura de respeto y apoyo a las nuevas generaciones de artistas, resaltando la necesidad de erradicar la crítica destructiva y promover valores como la igualdad, el respeto y la autoaceptación.

En resumen, la familia Mijares ha decidido enfrentarse a estos ataques con firmeza, buscando no solo proteger a su hija, sino también enviar un mensaje claro de que el respeto y la dignidad deben prevalecer en todo momento.