La Trágica Muerte de Joaquín Pardavé: Misterios y Leyendas que Acompañan su Final

El 20 de julio de 1955, el mundo del cine mexicano se vio sacudido por la noticia de la muerte de Joaquín Pardavé, uno de los actores más queridos y admirados de la Época de Oro del cine mexicano. Conocido por su versatilidad en el cine cómico y melodramático, su fallecimiento dejó una huella profunda en la industria cinematográfica y dio origen a una serie de misterios y leyendas que han perdurado hasta hoy.

El Ascenso a la Fama de Joaquín Pardavé

Joaquín Pardavé Arce nació el 30 de septiembre de 1900 en Pénjamo, Guanajuato, en una familia de inmigrantes españoles. Desde joven mostró una inclinación por el arte, siguiendo los pasos de sus padres, quienes eran actores de teatro. A pesar de las tragedias personales, como la muerte de su madre cuando él tenía solo 16 años, Pardavé logró abrirse camino en el mundo artístico. A los 18 años, se trasladó a la Ciudad de México, donde inició su carrera en el teatro, y poco después se adentró en el cine.

Su primera película llegó en 1919, en la era del cine mudo, pero fue en la década de 1940 cuando alcanzó el reconocimiento masivo, particularmente con su participación en el éxito cinematográfico Ahí está el detalle (1940), donde compartió pantalla con Cantinflas. A partir de ahí, su carrera despegó, y se consolidó como una de las figuras más queridas de la industria.

Un Actor Ícono, Una Muerte Inesperada

La mañana del 20 de julio de 1955, Joaquín Pardavé falleció de un derrame cerebral a los 54 años. Había sido un día como cualquier otro para él; la noche anterior había disfrutado de una tranquila velada con su esposa, Soledad Rebolledo, conocida cariñosamente como Cholita, jugando boliche, una de sus pasiones. La noticia de su muerte fue un shock para el mundo del cine mexicano, que nunca imaginó que tan repentinamente perdería a uno de sus grandes.

Esa misma mañana, Pardavé estaba filmando escenas para Club de señoritas y había estado en excelente ánimo, bailando y contando chistes. Sin embargo, la tragedia ocurrió pocas horas después de haber estado de buen humor. Al morir, la noticia fue anunciada por El Universal con el encabezado: “Joaquín Pardavé, el hombre que dio gracia al cine mexicano, al teatro, la radio y la televisión, entregó su alma al creador”.

El Misterio del Ataúd Cerrado

Lo que hace aún más enigmática la muerte de Pardavé es un curioso detalle: en su funeral, se dice que el ataúd tuvo que ser cerrado rápidamente, y los detalles sobre su cadáver se mantuvieron en estricta confidencialidad. Las versiones varían, y algunos aseguran que Pardavé pudo haber despertado brevemente antes de morir, lo que dio pie a rumores sobre un “despertar en la tumba”. Aunque esto nunca se confirmó, la leyenda sobre la muerte de Pardavé perdura como uno de los grandes misterios de la época.

La Vida Personal y el Romance Secreto

La vida personal de Joaquín Pardavé también estuvo envuelta en misterio. A pesar de estar casado con Cholita durante más de 30 años, nunca tuvieron hijos. Sin embargo, su historia de vida incluye un romance oculto con una mujer llamada Angélica Ferrer, que resultó en el nacimiento de un hijo, Miguel Campos. Este hijo, quien fue criado lejos del ojo público en Ojuelos, Jalisco, creció sin el reconocimiento oficial de su padre.

Miguel relató en entrevistas que durante su infancia, Joaquín Pardavé trató de encontrarlo y llevarlo a la Ciudad de México, pero la familia de su madre se negó a permitirlo. Trágicamente, el actor nunca llegó a cumplir su deseo de reconocer a su hijo, pues su vida se truncó de manera repentina debido al derrame cerebral.

Años después de la muerte de Pardavé, un hombre llamado Octavio Ortega intentó reclamar la herencia de Miguel, pero los abuelos del niño insistieron en que él estaba mejor en el campo y que no le faltaba nada. Hoy, Miguel Campos vive una vida tranquila y reflexiona sobre el legado de su padre, aunque las circunstancias de su nacimiento siguen siendo motivo de debate.

Un Legado que Sigue Vivo

A pesar de los misterios y las leyendas que rodean su vida y muerte, Joaquín Pardavé sigue siendo recordado como uno de los grandes actores de la Época de Oro del cine mexicano. Su habilidad para combinar el humor y el drama le permitió conquistar al público y dejar una huella imborrable en el cine nacional.

En el Panteón Jardín de la Ciudad de México, donde descansan sus restos, su lápida lleva un mensaje sencillo pero conmovedor: “Juntos, como siempre, Joaquín y Cholita”. A pesar del paso del tiempo y el desgaste de la piedra, ese amor eterno sigue resonando entre aquellos que recuerdan a la leyenda que fue Joaquín Pardavé.