La historia de Martha Roth es una de esas vidas marcadas por el brillo del éxito, pero también por la tragedia y la soledad. Conocida por su impresionante belleza y talento, Roth fue una de las figuras más destacadas de la Edad de Oro del cine mexicano, siendo descrita por muchos como la mujer con “los ojos más hermosos” de esa época. Sin embargo, detrás de su fama y glamour, su vida estuvo llena de luchas internas, particularmente relacionadas con el amor no correspondido y una serie de tragedias personales que la llevaron a un final solitario.
Nacida en Padua, Italia, en 1932, Martha Roth se mudó a México a la edad de siete años, donde su destino en el cine comenzó a tomar forma. Tras ganar un concurso de belleza, llamó la atención del director Alejandro Galindo, quien le ofreció un papel en la película Una familia de tantas en 1948. Su actuación en esta película le valió reconocimiento inmediato, y a partir de ahí, su carrera despegó, con más de 40 películas a lo largo de los años 50 y 60, lo que la consolidó como una de las actrices más queridas de la industria.
Sin embargo, su vida personal estuvo marcada por tragedias devastadoras. Tras un divorcio en 1980, Martha sufrió la pérdida de su hijo mayor, Leonardo, en un accidente automovilístico en 1984. Este dolor se agravó aún más cuando, en el año 2000, su segundo hijo, Alejandro, falleció debido a una enfermedad. Estas pérdidas profundas afectaron profundamente su bienestar emocional y la motivaron a retirarse de los focos del público.
En sus últimos años, Martha Roth eligió vivir en la Casa del Parque, una residencia para ancianos, donde pasó sus días lejos de la atención mediática. A pesar de los cuidados de su segundo esposo, Fernando Pérez Gavilán, la actriz solicitó ser dejada en paz, deseando morir tranquilamente sin causar más angustia a sus seres queridos. Su fallecimiento el 7 de octubre de 2016, a los 84 años, fue repentino, y aunque su salud había estado deteriorándose por problemas cardíacos, su partida fue descrita como rápida y casi pacífica.
A pesar de los desafíos y tragedias que marcaron su vida, el legado de Martha Roth como actriz sigue siendo importante en el cine mexicano, con una carrera que incluyó telenovelas, películas y un reconocimiento internacional. A lo largo de su vida, mostró una gran resiliencia, dedicándose a su carrera y a su familia, especialmente a sus hijos, con quienes compartió un amor incondicional. Su contribución al cine mexicano es inolvidable, y su vida, aunque trágica, sigue siendo un ejemplo de fortaleza frente a la adversidad.