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Hace 17 años, Angelina Jolie tomó una decisión que cambiaría para siempre la vida de una pequeña niña etíope llamada Zahara.
Zahara fue adoptada en 2005 cuando apenas tenía seis meses y vivía en un orfanato en condiciones de extrema pobreza, como muchos otros niños en Etiopía, un país donde millones de huérfanos carecen de recursos básicos como agua, alimento y educación.
En aquel momento, Jolie ya era madre adoptiva de Maddox, originario de Camboya, y estaba comenzando su relación con Brad Pitt.
Desde entonces, Zahara ha crecido en un entorno de amor, apoyo y oportunidades que contrastan radicalmente con el difícil contexto de su país de origen.
La historia de Zahara comenzó en una pequeña aldea en Etiopía, donde vivía con su abuela, Alma Boulevard, quien intentó cuidarla tras la muerte de su madre biológica.
Según las versiones disponibles, la madre de Zahara falleció poco después de dar a luz, y la identidad del padre era desconocida.
Sin embargo, la abuela pronto se dio cuenta de que no podría alimentar a la pequeña con los escasos recursos de los que disponía, por lo que, en un intento de darle una mejor vida, la entregó a un orfanato.
Cuando Alma supo que una actriz famosa adoptaría a su nieta, expresó su alegría y pidió solo una cosa: recibir una foto de Zahara cuando creciera, para recordar sus grandes y bellos ojos, tan similares a los de su difunta hija.
La adopción de Zahara trajo consigo muchos desafíos, tanto para Jolie como para la pequeña.
Desde el momento en que Angelina y Brad regresaron a Estados Unidos, la familia estuvo bajo constante escrutinio público, con paparazzi siguiéndolos y especulaciones mediáticas que incluso llegaron a cuestionar si Zahara regresaría a Etiopía.
Con el tiempo, la historia dio un giro inesperado cuando se reveló que la madre biológica de Zahara estaba viva.
En una entrevista, ella explicó que quedó embarazada en circunstancias forzadas y, debido a las normas culturales en su comunidad, optó por guardar silencio sobre el origen de su embarazo.
Aunque esta información generó controversia, Zahara ha mantenido una relación estable con Angelina como su verdadera madre.El impacto positivo en la vida de Zahara es evidente.
Creció rodeada de amor y de una familia numerosa, ya que Angelina adoptó posteriormente a Pax y tuvo tres hijos biológicos con Brad Pitt.
Aunque su vida en Estados Unidos es radicalmente distinta a la que habría tenido en Etiopía, Zahara no ha perdido la conexión con sus raíces.
En 2019, realizó un viaje especial a su país natal, donde tuvo la oportunidad de reunirse con la primera mujer presidenta de Etiopía y aprender más sobre la cultura y la historia del país.
Hoy, con 17 años, Zahara ha comenzado a forjar su propio camino.
Estudia en el prestigioso Spelman College en Atlanta, una universidad histórica para mujeres afroamericanas en Estados Unidos.
Además, ha demostrado su creatividad y compromiso con causas sociales a través de la creación de una línea de joyería propia y colaborando con su madre en proyectos de ayuda humanitaria.
Angelina Jolie ha expresado en varias ocasiones el orgullo que siente por Zahara, destacando su fortaleza y su profunda conexión con sus raíces africanas.
Pese a las críticas que algunos le hacen a Jolie por adoptar a una niña que no era huérfana en el sentido estricto, es innegable el cambio positivo en la vida de Zahara.
La joven, que pudo haber enfrentado una vida de limitaciones, tiene ahora un futuro prometedor y es un ejemplo de superación.
Su historia es un recordatorio de cómo un acto de generosidad puede transformar radicalmente una vida y ofrecer oportunidades que, de otro modo, habrían sido inalcanzables.