En las últimas semanas, Maryfer Centeno, conocida grafóloga mexicana, ha sido comparada en redes sociales con Marilyn Cote, la falsa psiquiatra recientemente detenida por usurpación de profesión. Las críticas hacia Centeno se han intensificado debido a la polémica forma en la que ejerce su trabajo en programas de televisión y redes sociales.
Maryfer Centeno se presenta como especialista en grafología, personalidad y escritora. En su página oficial, también afirma tener formación en grafoscopía y lenguaje personal, además de dirigir un establecimiento llamado «Grafocafé». Sin embargo, usuarios de redes sociales han señalado la falta de evidencia científica y académica que respalde sus conocimientos, así como la ausencia de cédulas profesionales que avalen sus estudios.
El debate se encendió tras la difusión de videos donde Centeno asegura que modificar la escritura, como usar tinta naranja o escribir frases positivas, puede ayudar a combatir la depresión o incluso a perder peso. Estas declaraciones han sido duramente criticadas por especialistas, quienes califican dichos métodos como pseudocientíficos.
La controversia se compara con el caso de Marilyn Cote, quien decía ser experta en diversas áreas como neurociencias y derecho, con presuntos títulos de prestigiosas instituciones internacionales. Sin embargo, todo resultó ser una fachada para ofrecer servicios no certificados.
Internautas también han cuestionado el título de Maryfer Centeno como abogada, obtenido recientemente, señalando inconsistencias entre el tiempo de ejercicio profesional y su certificación académica.
En medio del debate, algunos usuarios defendieron la grafología como una disciplina de apoyo psicológico, pero otros la catalogaron como un campo que carece de bases científicas sólidas. Frases como «Es otra charlatana como Marilyn Cote» y «Se aprovecha de la polémica para ganar notoriedad» inundan las redes sociales, poniendo en duda la legitimidad de Centeno como figura pública.
A pesar de las críticas, Maryfer Centeno sigue participando en programas de televisión y realizando análisis de personalidades públicas, manteniendo su presencia en el ojo mediático. La discusión sobre la validez de la grafología y la ética profesional en redes sociales continúa abierta.
