Raphael, nacido el 5 de mayo de 1943 en Linares, Jaén, ha sido una figura icónica en la música y el cine de habla hispana durante más de seis décadas.
Conocido como “El niño de Linares”, su potente voz y presencia escénica lo han llevado a vender más de 70 millones de discos.
Y ganar un disco de uranio, además de actuar en escenarios emblemáticos como el Madison Square Garden y el Teatro Real.
Un aspecto clave en su éxito ha sido el apoyo incondicional de su esposa, Natalia Figueroa, con quien contrajo matrimonio en 1972 en una boda discreta en Venecia.
A pesar de sus diferentes orígenes —él de familia humilde y ella de aristocracia—, han construido una relación sólida y duradera de más de 50 años.
Natalia ha sido su confidente y consejera, brindándole estabilidad en un entorno tan cambiante como el del espectáculo.
Juntos, han formado una familia con tres hijos: Jacobo, Alejandra y Manuel, quienes, a su vez, han seguido caminos creativos y profesionales.
Raphael ha mantenido su vida familiar lejos de los medios, priorizando una crianza normal para sus hijos. Hoy, con ocho nietos, su familia sigue siendo su motor.
A sus 81 años, Raphael sigue activo con su reciente álbum “6.0”, manteniendo su vigencia y cautivando nuevas generaciones.
Más allá de su música, su legado incluye valores como el amor, la dedicación y la importancia de una red de apoyo que sustenta su éxito y pasión inquebrantable por el arte.