A lo largo de ocho temporadas de Exatlón México, Antonio Rosique se ha consolidado como uno de los conductores predilectos de la televisión mexicana. El sentimiento que le imprime el cronista durante la narración de cada carrera y la manera que tiene para motivar a los atletas, es una combinación exitosa que ha llevado al reality show a posicionarse en el gusto de los televidentes.
Además de la preparación, Rosique también se enfrentó a diferentes complicaciones cuando comenzó en Exatlón México y es que por muchos meses se tuvo que mantener alejado de su familia. Ahora, la presencia de Michelle Saide, su esposa, se ha convertido en un envión anímico para deleitar a los competidores y al público con sus frases motivacionales, así como con su narraciones épicas que a cualquiera les eriza la piel.
La vivencia que puso en riesgo su salud
En estos ochos años al frente del programa, Antonio Rosique cuenta con múltiples anécdotas, unas buenas y otras no tanto. En una publicación realizada por TV Azteca, el conductor de televisión narró que en un momento su salud se vio afectada por la picadura de una mantarraya mientras se encontraba en un día de descanso en República Dominicana, país en el que se graban los capítulos de esta popular producción.
Esta situación lo hizo reflexionar con respecto a hacer este tipo de actividades, dándole prioridad a su integridad física para brindarse al máximo en Exatlón México. Cabe mencionar que la parte inferior de la espina de una mantarraya produce un veneno que puede llegar a ser letal para los humanos, por lo que Rosique tuvo que pasar algunas noches en el hospital y bajo supervisión médica hasta que se recuperara.