El transfeminicidio de Natalia González Santiago conmocionó a la Ciudad de México el 5 de julio de 2023. La mujer trans de 29 años fue brutalmente asesinada en un hotel de la alcaldía Benito Juárez, y su caso se convirtió en un referente en la lucha contra la violencia de género en el país. Este artículo detalla la sentencia impuesta a Brayan Axel “M”, el hombre responsable de su asesinato, y cómo este caso está vinculado a los avances legislativos en torno al transfeminicidio en la Ciudad de México.
Natalia González, originaria de Poza Rica, Veracruz, se encontraba en la Ciudad de México desde 2020, trabajando como trabajadora sexual para poder mantener a su hija. En la noche del 5 de julio de 2023, Natalia se encontraba en el Hotel Condesa, ubicado sobre la Calzada de Tlalpan, cuando fue atacada de manera brutal por Brayan Axel, quien la agredió con un arma punzocortante dentro de la habitación 209.
La policía recibió el reporte poco después del asesinato y, al llegar al lugar, encontraron a Natalia sin vida, con evidentes signos de violencia. Brayan Axel fue detenido en el lugar del crimen y, tras ser interrogado, admitió haber tenido un encuentro sexual con Natalia. Sin embargo, el joven de 23 años no pudo justificar la agresión que acabó con la vida de la víctima.
La sentencia de 35 años por feminicidio
El caso fue llevado ante los tribunales, y el 12 de enero de 2024, Brayan Axel “M” fue sentenciado a 35 años de prisión por el feminicidio de Natalia González. El tribunal encontró pruebas suficientes para acreditar que el crimen fue perpetrado con alevosía y ventaja, lo que agravó la pena. A pesar de que el transfeminicidio no estaba tipificado en el Código Penal de la Ciudad de México en el momento del crimen, el asesinato fue catalogado como feminicidio, ya que Natalia fue atacada debido a su identidad de género.
El asesinato de Natalia González ocurrió en un contexto en el que la violencia hacia las personas trans aún no estaba debidamente legislada en México. Aunque el transfeminicidio fue reconocido por activistas y defensores de los derechos humanos, fue hasta el 23 de agosto de 2024 que la Ciudad de México promulgó la reforma que tipifica el transfeminicidio como un delito en su Código Penal. Esta reforma fue impulsada por el caso de Paola Buenrostro, una mujer trans asesinada en 2016, cuya muerte no fue debidamente atendida en un principio.
La Ley Paola Buenrostro, como fue nombrada esta reforma, ha sido un paso crucial en la visibilidad y protección de las personas trans en el país. A partir de su promulgación, se reconoce que el homicidio de una persona trans por razón de su identidad de género constituye un delito específico, con penas más severas para los agresores.
Contexto social y político del transfeminicidio en México
El caso de Natalia González resalta las problemáticas sociales y políticas que enfrentan las personas trans en México. A pesar de los avances en la legislación, muchas personas trans siguen siendo víctimas de violencia, discriminación y exclusión social. La tipificación del transfeminicidio como delito es solo un paso en la larga lucha por la igualdad de derechos y la erradicación de la violencia de género en todas sus formas.
El asesinato de Natalia González no fue un caso aislado, sino uno más en una larga lista de crímenes contra la comunidad trans que aún requieren de una mayor atención y políticas públicas más inclusivas.
La lucha por los derechos de las personas trans
El transfeminicidio de Natalia González y otros casos similares han impulsado a activistas y organizaciones en la defensa de los derechos de las personas trans en México. Activistas como Kenya Cuevas, quien ha sido una voz destacada en la defensa de las trabajadoras sexuales trans, han luchado por un sistema de justicia más justo y por una mayor visibilidad de las personas trans en la sociedad.
A medida que las autoridades mexicanas implementan reformas como la Ley Paola Buenrostro, es necesario seguir impulsando la educación y sensibilización sobre los derechos humanos de las personas trans, así como garantizar que los crímenes como el de Natalia no queden impunes.
