En cualquier programa de televisión llama la atención las relaciones sentimentales; ejemplo de ello fue el shippeo que rodeó a Gala Montes y Karime Pindter durante su estancia en La Casa de los Famosos. Ahora es Sandra Itzel e Imanol quienes se roban el foco al protagonizar una conexión única y muy especial. Todo parece indicar que además de ser una excelente pareja en la pista de Las Estrellas Bailan en Hoy, también tendrían una excelente química en el exterior.

La prensa, el público notaron de inmediato el buen entendimiento que hay entre los dos. Y no son simples teorías, pues ambos ya confirmaron que haberse conocido ha marcado sus vidas. En el caso de Imanol, describió a su compañera de concurso como una “mujer tan maravillosa” y reveló que han hecho clic como “pocas veces sucede en la vida” y recalcó que está “agradecido por esta coincidencia“.

Además de elogiar su personalidad, también admitió que está fascinado con la belleza física de Sandra Itzel. “Tiene unos ojos hermosos”. Lo más emocionante es que confesó que las puertas de su corazón están abiertas. Pese a que atravesó un complicado divorcio, siente profunda confianza en Sandra. Sin embargo, quiere ir despacio, sin presionar las cosas. “Vamos paso a paso compartiendo nuestros momentos, nuestro baile, nuestra energía. Que pase lo que tenga que pasar”, dijo.

Las expectativas han aumentado a partir de este 22 de octubre, cuando la pareja realizó un ritual del hilo rojo. Se trata de una práctica que brinda protección a quien porte la pulsera en la mano izquierda. Es importante que el lazo sea regalado por alguien con ‘buena energía e intenciones’ hacia el receptor. En el caso de Sandra, dio un discurso emotivo dedicado a Imanol, con quien ha vuelto a sentir la pasión por bailar.

“Eres un ser admirable. Eres un artista completo y te deseo todo lo mejor”, expresó. El momento cumbre llegó cuando declaró que deseaba que permaneciera para siempre en su vida. Ambos se acercaron para darse un cariñoso abrazo acompañado de un beso. Sus compañeros no fueron inmunes a la dulce experiencia y emitieron alegres exclamaciones. Después de ello no dejaron de tomarse de la mano.