igbelis Castellanos ha dado el ‘sí, acepto’ a Jason Unanue en una romántica ceremonia que se ha llevado a cabo este sábado 24 de noviembre en New Jersey. La presentadora del programa Desiguales (Univision) y ex Nuestra Belleza Latina 2018 de 29 años, se ha casado con el empresario de la misma edad, quien es miembro de una de las familias hispanas más adineradas en los Estados Unidos. La pareja, que está a la espera de su primer bebé, celebraron su unión religiosa en la capilla St. Pius X Roman Catholic Church.
Foto: Juan Manuel Gómez | Maquillaje y peinado: Milly Morales | Stylist: Sofia Navarro | Vestido novia: Rosa Clará | Wedding Plan & Company: Christie Napurano
En exclusiva para ¡AMÉRICAS, la modelo venezolana ha compartido con nosotros todos los detalles de su matrimonio, los momentos más emotivos de la alianza, el intercambio de votos, sus dos vestidos de novia y sus primeras impresiones a tan solo 24 horas de iniciar su vida de casada. Luego de un ligero inconveniente con la creación de su atuendo, la guapa y futura mamá lució un precioso vestido de Rosa Clará, de estilo Crop Top tipo Bodysuit, ceñido a la piel y de encaje, el cual tenía una significado especial ya que la familia del novio tiene ascendencia española, al igual que la famosa casa de moda
Llevada al altar por su padre, don Miguel Ángel Castellanos, la presentadora de televisión experimentó uno de los instantes más conmovedores de la tarde en compañía de los suyos. Su madre, doña Isbelia Del Valle Romero, y sus dos hermanos, Miguel y Moisés, también estuvieron presentes. Rodeada de su núcleo íntimo, sus amigos más cercanos y colegas, que se sumaron a los más de 180 invitados, los asistentes fueron testigos de cómo la venezolana concretaba uno de sus pasos más anhelados.
Foto: Jon Pivko | Maquillaje y peinado: Milly Morales | Stylist: Sofia Navarro | Vestido novia: Rosa Clará | Wedding Plan & Company: Christie Napurano
La recepción fue espectacular y el primer baile de los recién casados fue al compás del romántico tema Can’t Help Falling in Love With You, de Michael Bublé. Con su pancita de seis meses, las emociones a flor de piel y desbordante de felicidad, Migbelis decidió unirse en nupcias en el lugar dónde su ahora esposo nació y creció. La iglesia elegida para que ambos se conviertan en marido y mujer tiene un significado particular, ya que fue el punto de encuentro de ambas familias cuando se conocieron por primera vez.
En su primera entrevista como mujer casada, te presentamos todas las imágenes de la unión religiosa entre Migbelis y Jason, su deseo por tener una familia numerosa, sus planes a futuro y la inspiradora historia de la también modelo que empieza una nueva etapa de su vida, dispuesta a que su relación sea para siempre.
Foto: Jon Pivko | Maquillaje y peinado: Milly Morales | Stylist: Sofia Navarro | Vestido novia: Rosa Clará | Wedding Plan & Company: Christie Napurano
¡Migbelis, felicidades! ¿Cómo te sientes a pocas horas de haber dado el ‘sí, acepto’?
Bueno, a lo largo de mi vida me han dado muchos piropos, pero el mejor que he recibido ha sido el de mi suegra al decirme que soy la novia más tranquila que ella ha conocido en su vida y eso sí ha sido un buen piropo. La boda la tuvimos que planificar dos meses y medio aproximadamente y lo que empezó siendo algo bien sencillo como no más de 20 personas terminó sobrepasando los 180 invitados, pero seguía siendo bien íntimo. Tengo la dicha de haberme casado con un hombre que tiene una familia muy grande entonces la celebración fue bien familiar, pero estoy muy contenta y estoy muy cansada también.
Tuviste un pequeño percance con tu vestido, pero al final todo salió bien. Cuéntanos detalles de tu atuendo nupcial…
Estaba trabajando con una diseñadora que tiene una tienda en Miami, ella es de Chile, y como tal nunca la conocí en persona; pero, no sé que habrá pasado, mala comunicación; pues, no se trabajó en lo que yo estaba pidiendo. Todo eso viene a pasar a solo tres día de yo irme a New Jersey a la boda… fue un momento muy desagradable porque aunque yo no tenía ningún vestido de mis sueños ni nunca había elegido un modelo en particular, sí habían detalles del vestido que yo estaba buscando porque no me siento lo suficiente delgada con esto del embarazo como para lucir cualquier tipo de vestido.
Ya he vivido en muchos cuerpos y ahora estoy viviendo en el cuerpo de embarazada, y en el momento de estar buscando el vestido no quería esconder la panza, pero sí quería verme más estilizada, que el cuello se viera más largo, que mis brazos se vieran más estilizados, los hombros más altos. . Quería un vestido de cuello alto, con las mangas que sobrepasaran las muñecas, que llegaran hasta los nudillos, no estaba convencida entre usar encaje, así que mi primer vestido, que nunca se hizo, era de mucho encaje. Entonces, cuando voy a Rosa Clará, al día siguiente, ellas me sacaron tres tipos de vestidos y el tercero es este que elegí. Uno que tenía un tipo de bolerito que no venía con el vestido, de hecho me lo dejé para el segundo cambio, para el de la recepción. Era como un Crop Top tipo bodysuit bien pegadito a la piel, de encaje. El vestido ya grande, era liso, que me pareció que fue excelente, que era lo quería. Tenía bolsillos, yo no sé por qué a las mujeres nos encanta los vestidos con bolsillos. Estuvo cómodo, no hubo que hacerle muchos arreglos, y los más curioso de todo esto es que la diseñadora Rosa Clará es española y mi esposo y su familia tienen origen español, había como cierta conexión. El vestido de la recepción sí fue comprado, de marca, lo compré ya hecho, lo único fue ajustarlo un poquito para darle más visibilidad a la panza. Entonces, la parte del busto van a ver como unas pintas agarraditas, ese arreglo se hizo después.
¿Tuviste algún tipo de inspiración para tu vestido?
Para ese primer vestido yo estaba buscando referencias del vestido de matrimonio de Kate Middleton, que tenía un cuello alto, pero en vista de que no funcionó, en la segunda opción, decidí irme con el cuello alto. El velo también hacía juego con el encaje del top, así que creo que se veía perfecto y me sentí muy cómoda también.
¿Te imaginaste en algún momento que llegarías al altar embarazada?
No, no… [risas]. Que me iba a imaginar yo que en uno de los días más felices de mi vida no iba ni siquiera hacer un brindis ni un shot ni nada de nada. Lo ideal es que uno siempre quiere disfrutarse su fiesta de matrimonio, bailar, brincar, hacer de todo. Con el embarazo, hubo un momento en la fiesta que me tenía que sentar porque sentía mucha presión en el área del abdomen bajo y primeriza… me ponía pensar un poco más allá y dije ‘mejor me siento’.
Nunca imaginé que sería así mi boda ni tampoco de pequeñita. No soñaba con el evento de la boda, como tal. Siempre quería una familia y siempre me veía casándome, pero con lujo de detalles así, no. Sin embargo, mi suegra me ayudó a que todo fluyera a la perfección. Fue quien me ayudó desde el primer momento que decidimos hacer la boda, ella estuvo al pendiente de todos los detalles. Yo no sabía pero me casé con la boda de mis sueños, aunque no la tenía en mis sueños.