El 18 de diciembre de 2017, Juan Luis Lagunas Rosales, conocido en redes sociales como El Pirata de Culiacán, fue asesinado tras emitir un comentario desafiante contra Nemesio Oseguera Cervantes, alias El Mencho, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Hoy, a siete años de su muerte, su vida sigue siendo un símbolo de los riesgos del mundo digital y de la violencia que azota a México.
Juan Luis nació en 2000 y desde muy joven enfrentó una vida de adversidades. Originario de Navolato, Sinaloa, trabajaba lavando autos para ganarse la vida. Con la esperanza de mejorar su situación, se trasladó a Culiacán, donde la fama lo alcanzaría de manera inesperada.
El joven de apenas 17 años se volvió viral gracias a un video donde, en estado de ebriedad, fue grabado cayendo al suelo, provocando risas en quienes lo rodeaban. A partir de ese momento, se convirtió en un personaje recurrente en videos de redes sociales, donde aparecía consumiendo alcohol y drogas, y participando en situaciones polémicas.
Con frases como “Así nomás quedó”, El Pirata de Culiacán acumuló seguidores, regalos extravagantes y un estilo de vida marcado por excesos: autos de lujo, alhajas, armas, mujeres y fiestas interminables. A pesar de su popularidad, nunca tuvo una plataforma propia verificada en redes sociales; su contenido era recopilado y difundido por terceros.
Ahora bien, el 9 de diciembre de 2017, apenas días antes de su muerte, Juan Luis Lagunas cometió lo que sería su error fatal. En un video que circuló ampliamente, declaró:
El Mencho a mí me pela la ver*.”*
El comentario, aparentemente hecho sin medir las consecuencias, fue dirigido al líder del CJNG, uno de los grupos criminales más poderosos y violentos de México.
El 18 de diciembre, el joven anunció en sus redes sociales que asistiría al bar Mentados Cantaros en Tlaquepaque, Jalisco, especificando incluso la hora de su llegada. Sin saberlo, este sería su último día.
Un comando armado irrumpió en el lugar y disparó directamente contra El Pirata de Culiacán, quitándole la vida en el acto.
Según investigaciones y reportes del diario Milenio, la orden de matar a Juan Luis Lagunas Rosales fue emitida por Ricardo Ruiz Velasco, alias El Doble R o El Tripa, quien fungía como jefe de plaza del CJNG en la región de Tlaquepaque y Zapopan.
El asesinato fue interpretado como un mensaje de autoridad por parte del cártel, dejando en claro que ninguna burla o afrenta contra su líder quedaría sin respuesta.
A siete años de su muerte, El Pirata de Culiacán continúa siendo recordado en redes sociales como un caso emblemático de los riesgos asociados a la exposición en internet, la vida de excesos y la interacción con temas sensibles como el narcotráfico.
Su historia es también una advertencia sobre cómo el poder de los cárteles en México trasciende lo físico y se extiende al ámbito digital, castigando incluso las ofensas verbales.
Mientras miles de seguidores rememoran su vida, la tragedia de Juan Luis Lagunas Rosales persiste como un recordatorio sombrío de los peligros que enfrentan quienes buscan fama sin considerar sus posibles consecuencias.