Linda Blair, nacida el 22 de enero de 1959, alcanzó fama mundial a los 13 años al interpretar a Regan MacNeil en la icónica cinta El exorcista (1973). Su actuación no solo redefinió el cine de terror, sino que también la convirtió en el centro de controversias, desafíos personales y una vida marcada por el estigma de su papel. Sin embargo, su historia es mucho más que la de una niña poseída; es una muestra de resiliencia, reinvención y pasión por los animales.
Seleccionada entre más de 600 niñas para el papel de Regan, Linda se enfrentó a un rodaje envuelto en rumores de maldiciones, accidentes inexplicables y hasta muertes de miembros del equipo. A pesar de la atmósfera mística que rodeó la cinta, su éxito fue arrollador, generando polémicas religiosas que llevaron a Linda y a su familia a necesitar guardaespaldas por meses.
Aunque su interpretación le valió una nominación al Oscar como Mejor Actriz de Reparto y un Globo de Oro, Linda luchó por no quedar encasillada como «la niña poseída». En sus palabras:
«Quería ser una princesa de Disney, no un monstruo.»
Los desafíos personales: entre la fama y el caos
La adolescencia de Linda no fue sencilla. Tras el éxito de El exorcista, enfrentó el rechazo de la industria, relaciones mediáticas y problemas con las adicciones. A los 15 años, sostuvo un polémico romance con el rockero Rick Springfield, 10 años mayor que ella. Más tarde, fue arrestada por consumo y tráfico de drogas, enfrentando un largo proceso de rehabilitación.
En los años 80, vivió un periodo crítico en un hospital psiquiátrico, luchando contra problemas emocionales que casi terminaron con su carrera. Pero la actriz encontró una nueva oportunidad para redefinir su vida.
A partir de 2001, Linda adoptó el veganismo y publicó el libro Going Vegan, promoviendo un estilo de vida saludable. Ese cambio marcó el inicio de una nueva etapa en su vida: la fundación de la Linda Blair WorldHeart Foundation en 2004.
Esta organización se dedica al rescate y cuidado de animales maltratados, destacando la profunda conexión de Linda con su sueño de infancia de convertirse en veterinaria. Su labor le ha valido múltiples reconocimientos, como el Proclamation de la Ciudad de Los Ángeles en 2008.
Además de su activismo, Linda se convirtió en empresaria con su línea de ropa Linda Blair’s Wild West Collection, que ha logrado consolidarse como un éxito.
Celebrando un legado: entre el cine y el activismo
Hoy, Linda ha aprendido a aceptar su legado en el cine de terror. Es una figura recurrente en convenciones como Comic-Con y Monsterpalooza, donde sus fans la aclaman como la «Reina del Cine de Terror».
En su cumpleaños número 66, Linda anunció una campaña de recaudación de fondos para su fundación, reafirmando su compromiso con la protección de los animales.
«Mi vida está poseída por El exorcista, pero también por mi pasión por los animales.»
Linda Blair: resiliencia y transformación
La historia de Linda Blair no es solo la de una estrella infantil, sino la de una mujer que superó adversidades para construir un legado más allá de las cámaras. Su vida demuestra que incluso en la oscuridad, siempre hay espacio para la luz.