Aunque persisten las tensiones entre el rey Carlos y el príncipe Harry, fuentes cercanas revelan que el nuevo monarca está comprometido a fomentar relaciones significativas con sus nietos más pequeños, Archie y Lilibet. Como patriarca de la familia real, Carlos valora enormemente a la familia y desea desempeñar un papel activo en la vida de sus nietos más allá de las videollamadas ocasionales.
Según algunas fuentes, Charles ha expresado su frustración por solo poder comunicarse con Archie, de 3 años, y Lilibet, de 1, de manera digital debido a la distancia ahora que Harry, Meghan y los niños residen en California. El rey entiende que esta dinámica desafiante es en gran medida el resultado de la ruptura continua con su hijo. Sin embargo, se dice que Charles considera a la familia como la piedra angular de su vida y se niega a aceptar una relación distante con Archie y Lilibet en el futuro.
La biógrafa real Ingrid Seward señala que Carlos se vio profundamente afectado por el tumultuoso matrimonio de sus padres y la distancia que esto creó dentro de la unidad familiar. Como resultado, anhela establecer un vínculo fuerte con sus nietos mientras sean lo suficientemente jóvenes como para beneficiarse de su orientación. Seward agrega que esta es una de las razones por las que Carlos está ansioso por resolver los problemas con Harry, ya que espera interacciones más significativas con los niños de Sussex más allá de breves videollamadas.
Mientras Charles lidia con problemas de salud a sus 70 años, es muy consciente de su propia mortalidad. Sus amigos dicen que esto ha intensificado su deseo de sumergirse personalmente en las vidas de Archie y Lilibet, dado que no estará con ellos para siempre. Si bien solo conoció a Archie un puñado de veces y a Lilibet solo una vez durante una visita al Reino Unido en febrero, Charles está dedicado a adoptar un enfoque práctico con sus nietos. Sin embargo, las limitaciones geográficas y la tensa relación con Harry han obstaculizado este objetivo hasta la fecha.
Mientras tanto, al otro lado del charco, Harry y Meghan están forjando su propio camino en la crianza de Archie, de 3 años, y Lilibet, de 1. Una fuente cercana a los Sussex reveló que la pareja tiene la intención de proteger a sus hijos de la vida pública hasta los 18 años, cuando tendrán autonomía sobre su futuro. Mientras tanto, Harry y Meghan tienen como objetivo fomentar la independencia de Archie y Lilibet permitiendo que sus intereses surjan de forma natural en lugar de presionarlos para que asuman roles específicos.
Es probable que los hijos de Sussex conozcan las iniciativas filantrópicas de su familia, como los Juegos Invictus y la Fundación Archewell. Sin embargo, la prioridad de Harry y Meghan es fomentar la libertad de Archie y Lilibet para elegir carreras alineadas con sus valores cuando llegue el momento. Mantener a los jóvenes miembros de la realeza fuera del foco de atención de los medios durante sus años de formación es un factor importante en este plan para que puedan desarrollar identidades alejadas de las expectativas o el escrutinio de la realeza
Mientras los Sussex se centran en dar a Archie y Lilibet una educación lo más típica posible, es posible que se produzcan raras apariciones públicas, como en los Juegos Invictus, que tienen un profundo significado para Harry. Tales ocasiones podrían ameritar la presencia de toda la familia para fomentar el espíritu comunitario. Sin embargo, Harry y Meghan siguen siendo cautelosos a la hora de exponer demasiado a sus hijos y priorizan la privacidad tanto como sea posible, incluso una vez que Archie y Lilibet alcancen la edad adulta
El duque de Sussex, que recientemente celebró su 40.º cumpleaños, reflexionó sobre la inmensa alegría que le ha traído la paternidad. Harry aprecia ver a Archie y Lilibet prosperar a diario desde su hogar en California, un nivel de normalidad que era un desafío dentro de la burbuja real. Los Sussex mantienen su vida familiar en alta privacidad y realizan celebraciones discretas lejos de la constante atención de los medios que acompaña a los deberes reales.
Aunque el interés por el futuro de Archie y Lilibet es muy alto en todo el mundo, Harry y Meghan parecen decididos a dejar que sus hijos controlen sus propias historias cuando llegue el momento. Ya sea abrazando sus raíces reales, defendiendo causas o forjando caminos diferentes, Archie y Lilibet tendrán autonomía respaldada por el amor de sus padres. Solo el tiempo dirá cómo estos Sussex más jóvenes eligen encarar la vida y cómo se desarrollarán los deseos del rey Carlos de estrechar vínculos con sus nietos en medio de las complejidades familiares en curso.