– En un regreso a las raíces del horror gótico, Robert Eggerst transformó el clásico mito vampírico en una obra maestra moderna con Nosferatu. Con Bill Skarsgård en el papel del aterrador Conde Orlok, el filme es una creación hipnótica que combina lo mejor de Eggers: una narrativa intensa, una atmósfera densa y un dominio visual que marca su estilo distintivo.
Para quien no lo sepa, Eggers se ha forjado un camino singular en el cine contemporáneo, explorando el folclore y la mitología en filmes como The Witch (2016), The Lighthouse (2019) y The Northman (2022). Nosferatu es una extensión natural de esta filmografía, imbuida de la misma poesía oscura y precisión histórica, mientras revitaliza el legado de la obra muda de F.W. Murnau de 1922.
El director combina su estética de época con técnicas cinematográficas modernas. El trabajo del director de fotografía Jarin Blaschke resalta con escenas bañadas en claroscuro y una paleta que roza lo monocromático, intensificando la sensación de fatalidad inminente.
Liderando el elenco, Bill Skarsgård entrega una actuación que reinterpreta a Nosferatu como una figura grotesca, seductora y monstruosa a la vez. Lily-Rose Depp, como Ellen, brilla en una interpretación que equilibra inocencia y oscuridad. Su evolución de joven aislada a un ser atrapado entre el deseo y la condena es fascinante.
El reparto incluye a Nicholas Hoult como Thomas Hutter, el desafortunado esposo de Ellen, y Willem Dafoe, quien aporta una energía inolvidable como el excéntrico ocultista von France. Aaron Taylor-Johnson, Emma Corrin y Ralph Ineson completan un elenco que respalda el tono sombrío del filme.
Eggers usa el lenguaje y las imágenes con maestría para explorar la conexión entre el deseo y la muerte. La interacción entre Ellen y Orlok, cargada de tensión erótica y horror, es el corazón del filme. Los diálogos en dacio, una lengua muerta de los Balcanes, agregan una dimensión de extrañeza a la ya inquietante presencia del vampiro.
Las imágenes de ratas invadiendo la ciudad, un barco fantasmagórico en tormentas y las visiones febriles de Ellen refuerzan la atmósfera ominosa, mientras el diseño de producción de Craig Lathrop y el vestuario de Linda Muir transportan al espectador al Báltico de 1838.
Con Nosferatu, Eggers no solo rinde homenaje a las versiones previas de la leyenda vampírica, sino que crea algo completamente suyo: un filme visualmente intoxicante y emocionalmente perturbador que consolida su lugar entre los mejores contadores de historias del cine actual.
La cinta promete ser un clásico instantáneo del género y, sin duda, una de las propuestas más audaces de esta temporada navideña. Nosferatu llegará a los cines este 25 de diciembre, así que prepárate para abrazar la oscuridad.