¿Cómo la pobreza convierte la vida en un sufrimiento? Historias que te marcarán profundamente
Si nunca has sido pobre, no podrás entender lo difícil que es la vida de los pobres. A veces, al enfrentarnos a la pobreza, nos sentimos impotentes, y aunque queramos llorar, lo hacemos en secreto para no molestar la felicidad de los demás.
Recientemente, en Zhihu, una persona compartió su historia personal sobre cómo la pobreza hizo que su vida fuera extremadamente difícil:
“Tengo 25 años, mi familia vive en un pueblo, mi padre murió cuando era joven, mi hermano sufrió un derrame cerebral, y mi madre no está bien de salud. Aunque trabajo muy duro, mi salario mensual es solo de 2.000 yuanes (más de 7 millones de dong vietnamitas), y la vida de mi familia es muy difícil. Incluso he considerado suicidarme por la desesperación.
Pero luego pensé, si me rindo, ¿quién cuidará de mi hermano y de mi madre? Reflexioné sobre esto y me di cuenta de que mi vida está completamente dedicada a mi familia. Desde ese momento, empecé a trabajar como nunca antes. Aunque no soy rica, al menos ahora puedo ayudar a mi familia a vivir de una manera más cómoda.”
A veces sentimos que la vida es muy difícil y que la causa de todas estas dificultades es la falta de dinero. Para muchas personas, la pobreza causa una sensación de desesperación y dolor que no pueden expresar.
Después de que esta historia fue compartida, muchas otras personas escribieron sobre sus propias experiencias, buscando consuelo o empatía para superar sus dificultades.
¿Cómo la pobreza convierte la vida de una persona en un sufrimiento? Estas historias te dejarán una profunda huella.
01.
“El mundo es tan grande, ¿por qué soy yo quien está atrapado en la pobreza?”
Después de graduarme de la universidad, mis padres confiaron en mí y me enviaron a trabajar en una redacción de noticias. Pensé que tendría una vida mejor, pero no fue así. Después de ser aceptada en la redacción, mi salario como aprendiz era de 800 yuanes (aproximadamente 2,8 millones de dong vietnamitas). No me sentí humillada, sino que viví modestamente con ese bajo salario durante dos años.
Dos años después, mi padre sufrió un derrame cerebral que lo dejó incapacitado, lo que empeoró aún más la situación financiera de nuestra familia. La pobreza me hizo sentirme aún más desesperada. Decidí renunciar a mi trabajo y buscar uno mejor, ya que si no lo hacía, mi vida caería en picada.
Una noche de otoño, después de la cena, le dije a mi padre que renunciaría al periódico. Mi padre me gritó: “¿Sabes lo difícil que fue para mí conseguir este trabajo para ti? ¡Nunca más hables de esto!”
Pero en ese momento, solo pensaba en renunciar y no sabía por qué estaba tan decidida. Siempre había obedecido a mi padre, pero esta vez iba a hacer lo que pensaba era lo mejor, ya que si continuaba en ese trabajo, tanto mi vida como la de mi padre serían aún más difíciles.
Al día siguiente, renuncié al trabajo. Pasé por un período muy difícil, mi vida estaba llena de incertidumbre, y muchas veces pensé en rendirme. Sentía que el mundo era tan grande, pero ¿por qué era yo quien estaba atrapada en la pobreza?
La pobreza convirtió mi vida en un sufrimiento. Después de mucho tiempo, decidí abrir una pequeña tienda con un préstamo y también comencé a escribir para ganar algo extra. Finalmente, mi vida mejoró.
El mundo es cruel, la pobreza llega sin previo aviso, pero no podemos dejar que nos derrote. Si trabajamos duro y somos decididos, podremos superar la pobreza.
02.
“Cuando tienes dinero, puedes vivir sin depender de los demás y tener la confianza para enfrentar la vida”.
Mi amiga Maozi, que vivió una vida difícil, pronto se dio cuenta de lo poco que significaba para la sociedad. Su vida era un caos. Frente a las dificultades de la vida, solo podía encerrarse y lamentarse, sintiéndose injustamente tratada por el destino.
Después de terminar la secundaria, Maozi tuvo que trabajar. Debido a su escasa educación, solo podía conseguir trabajos de baja remuneración. Siempre deseaba superar la pobreza.
Pero un día, se enteró de que su padre estaba gravemente enfermo. Corrió a su casa en medio de la noche. Su padre estaba en la cama, pálido y dolorido, y solo deseaba sobrevivir.
Al preguntarle a su madre, Maozi descubrió que su padre tenía cáncer de hígado en etapa terminal y que los gastos médicos eran muy altos. Pero su padre se negó a recibir tratamiento, diciendo con lágrimas en los ojos: “No gastes dinero en mí. Mientras no tengas tu propia familia, no quiero que gastes para curarme.”
Esa noche, Maozi no lo pensó dos veces y le dijo a su padre: “¡Debes recibir tratamiento! No puedo verte sufrir y morir así, si no lo hacemos, cargaré con la culpa de por vida.”
El dinero que Maozi tenía no era suficiente para cubrir los gastos médicos, y no sabía qué más hacer. Desesperada, tuvo que llevar a su padre de vuelta a casa. Se arrodilló junto a la cama de su padre y le dijo: “Soy inútil, no puedo hacer más por ti.”
Diez días después, su padre falleció.
Maozi me envió un mensaje diciendo: “En ese momento, me sentí completamente desesperada. Era como una planta, solo podía mirar cómo se iba mi ser querido. Fue en ese momento que entendí lo devastadora que puede ser la pobreza. No pude pagar el tratamiento de mi padre, pero al menos traté de alargar su vida.”
Alguien me dijo una vez que el dinero es lo más importante en el mundo, y ahora, al haber vivido más y aprendido más de la vida, sé que esa afirmación es verdadera.
Cuando tienes dinero, puede