El Impacto de la Muerte de Dulce: Controversias y Desvelos Familiares
La reciente partida de Dulce, una de las voces más emblemáticas de la música mexicana, ha conmocionado al mundo del espectáculo y dejado un rastro de incertidumbre en su entorno familiar. A medida que se revelan nuevos detalles sobre sus últimos días, las circunstancias que rodean su muerte se han convertido en tema de debate, especialmente en cuanto a las decisiones que tomaron sus seres cercanos.
Según Roberto Hernández, un amigo cercano de la cantante, la administración de un medicamento extremadamente costoso y de alto riesgo pudo haber jugado un papel crucial en su fallecimiento. El fármaco, que costaba más de 100,000 pesos, fue prescrito a pesar de que los médicos de Dulce habían decidido no administrarlo debido a su frágil estado de salud. Las redes sociales rápidamente comenzaron a especular sobre los posibles intereses detrás de esta decisión, apuntando a la hija de Dulce, Romina, como la persona que podría haber influido en la administración del medicamento para acelerar el proceso legal de la herencia de su madre.
Lo que agravó aún más la situación fue la decisión de cremar los restos de Dulce, una acción que, según Hernández, iba en contra de los deseos expresos de la cantante. Dulce había manifestado en vida su deseo de ser enterrada, pero esa voluntad fue ignorada, lo que generó un gran malestar entre amigos y seguidores de la artista. La falta de un funeral público y la rapidez con la que se llevó a cabo la cremación desató una serie de rumores, con algunos sugiriendo que se intentó evitar cualquier posible investigación posterior.
A pesar de la tristeza por su partida, las revelaciones sobre la relación entre Dulce y su hija Romina han dejado en evidencia la tensión que existía entre ambas. Según testigos cercanos, la cantante vivió sus últimos años bajo el control de su hija, quien habría influido en diversas decisiones personales y financieras, incluso restringiendo la posibilidad de que Dulce tuviera una vida privada fuera de la mirada pública.
La amiga de toda la vida de Dulce, Ofelia Cano, reveló que la cantante había preparado un vestido especial para su despedida, un vestido comprado en Turquía, el cual no llegó a usar, ya que la ceremonia fue marcada por la discreción y ausencia de ciertos ritos que Dulce deseaba. Cano también mencionó que la artista, conocida por su fortaleza y energía en el escenario, vivió sus últimos meses en un profundo estado de tristeza y soledad, un aspecto que pocos conocían.
Aunque la hija de Dulce ha permanecido en silencio ante las acusaciones, el dolor y las tensiones familiares se mantienen vigentes, poniendo en duda las intenciones detrás de las decisiones tomadas en los momentos finales de la cantante. Las últimas horas de Dulce siguen siendo un misterio, mientras el mundo de la música mexicana llora la pérdida de una de sus grandes voces.