La captura de Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, se ha convertido en un evento clave en la lucha contra el narcotráfico en México. Esta operación fue marcada por un giro inesperado: una llamada telefónica de su esposa, Adriana Meza Torres. En la mañana del 5 de enero de 2023, cuando las autoridades mexicanas lanzaron una masiva operación en Jesús María, Sinaloa, la situación se tornó crítica para la familia Guzmán.

Durante el enfrentamiento, una de las hijas de Ovidio sufrió un ataque de pánico debido al caos y la violencia que se desataban a su alrededor.

Preocupada por la seguridad de su hija, Adriana llamó a Ovidio, rogándole que volviera para estar con su familia. Esta decisión, aunque bien intencionada, tuvo consecuencias devastadoras: la llamada permitió a las autoridades localizar y capturar a Ovidio, quien regresó a su hogar sin saber que estaba siendo vigilado.

Adriana Meza Torres, conocida como “la nueva reina del Cártel de Sinaloa”, es una figura de gran influencia dentro del cártel. Hija de Raúl Meza Ontiveros, un antiguo lugarteniente del cártel, y esposa de Ovidio, su vida ha estado siempre entrelazada con el crimen organizado. Su papel dentro del cártel ha ganado notoriedad, no solo por su linaje, sino también por su creciente influencia en las operaciones del grupo.

La vida de Adriana y su relación con Ovidio Guzmán han sido complejas, marcadas por el lujo, el poder y el peligro. A pesar de los desafíos y conflictos en su relación, el vínculo entre Ovidio y Adriana ha sido descrito como profundo y leal, lo que hace que la historia de su captura sea aún más trágica. Este incidente destaca la intersección entre la vida personal y el mundo criminal, donde decisiones aparentemente simples pueden tener repercusiones fatales.