Después de 25 años de la muerte de Roberto Cañedo, quien robó la novia del presidente Gustavo Díaz Ordaz, hoy su hijo revela verdades sorprendentes sobre los rumores que resultan increíbles para otros.
Roberto Cañedo es uno de los actores más icónicos del cine mexicano, cuya carrera estuvo marcada tanto por su éxito en la pantalla grande como por una vida personal llena de controversias y escándalos. Su historia no solo está relacionada con su talento artístico, sino también con los turbulentos momentos que vivió debido a su relación con figuras destacadas de la sociedad mexicana, entre ellas, la famosa actriz y cantante Irma Serrano, mejor conocida como “La Tigresa”.
Irma Serrano fue una mujer que acaparó los titulares de los medios no solo por su carrera artística, sino también por su relación con figuras poderosas de la política mexicana. Fue amante de Gustavo Díaz Ordaz, presidente de México en la década de 1960, quien estaba casado con Guadalupe Borja. Esta relación, en un contexto de tensiones políticas y sociales, especialmente tras los eventos de 1968 y la masacre de Tlatelolco, fue ampliamente comentada en la prensa. A pesar de que Irma Serrano reconoció en sus autobiografías que su relación con el presidente no estaba basada en la atracción física, sino en una profunda conexión intelectual, su romance con Díaz Ordaz le otorgó una notoriedad aún mayor.
El nombre de Roberto Cañedo comenzó a sonar más fuerte en la prensa cuando, en la década de 1960, inició una relación amorosa con Irma Serrano. La “Tigresa”, en plena apogeo de su carrera, encontró en Cañedo a un hombre maduro y carismático que cautivó su corazón. A pesar de su edad y de ser un hombre reconocido, Cañedo logró robarle el corazón a una de las mujeres más deseadas y controversiales de la época, lo que puso a ambos en el centro del huracán mediático. Este romance no solo alimentó los rumores sobre su vida amorosa, sino que también se sumó al drama político y social que atravesaba el país en esos años.
Pero la vida de Roberto Cañedo no se limitó únicamente a su faceta amorosa. Fue un pionero en el cine mexicano, innovando tanto dentro como fuera de la pantalla. Cañedo no solo destacó por su habilidad actoral, sino también por su interés en la tecnología. Fue inventor de dispositivos como el prompter inalámbrico y el calentador solar de agua, demostrando una visión avanzada para su época y contribuyendo a la industria del cine de una manera única.
Sin embargo, su vida personal, especialmente su relación con Irma Serrano, y las implicaciones políticas de su triángulo amoroso con el presidente Díaz Ordaz, marcaron un capítulo complejo de su existencia. Las controversias en las que se vio envuelto, unidas a su éxito profesional, lo convirtieron en una figura fascinante y compleja dentro de la historia del cine mexicano y la sociedad de su tiempo.
En resumen, Roberto Cañedo fue un hombre adelantado a su tiempo, tanto en su carrera como actor y inventor, como en los dramas personales que vivió. Su historia con Irma Serrano y la conexión con figuras políticas de gran relevancia de la época dejaron una huella imborrable en la cultura mexicana, y su legado continúa siendo parte de la historia del cine nacional.