Selena Quintanilla: 30 años después de su muerte, el dolor de Cris Pérez sigue vivo
Hace 30 años, el mundo sufrió una de las pérdidas más grandes en la historia de la música latina. Selena Quintanilla, la reina de la música tejana, fue asesinada a los 23 años, dejando a su familia, amigos y millones de fans con el corazón roto. Hoy, tres décadas después, el dolor de su muerte sigue siendo palpable, no solo para quienes la conocieron, sino también para su esposo, Cris Pérez, quien rompe su silencio y comparte su proceso de sanación y su legado.
Un amor que desafió todo
A finales de los años 80 y principios de los 90, Selena Quintanilla no solo era una estrella en ascenso, sino un fenómeno mundial. Con su estilo único que combinaba música tejana y un carisma irresistible, se estaba preparando para alcanzar el estrellato internacional. Fue en este contexto cuando conoció a Cris Pérez, un joven guitarrista que se unió a la banda Selena y Los Dinos, creada por la familia Quintanilla.
A pesar de estar en una relación, Cris no pudo evitar sentirse atraído por la cantante. Su relación creció en secreto, ya que el padre de Selena, Abraham Quintanilla, se oponía firmemente a la relación debido a la apariencia “rockera” de Pérez y su actitud rebelde, que contrastaba con la imagen profesional cuidadosamente cultivada de Selena. Sin embargo, el amor entre ellos era innegable, y a pesar de las dificultades, su relación floreció.
El matrimonio secreto
En 1992, después de un viaje a México, Cris y Selena tomaron la decisión de fugarse. Sin el consentimiento de sus familias, decidieron casarse en secreto. El momento fue descrito por Cris como uno de los más surrealistas de su vida. Se casaron en un tribunal en Corpus Christi, Texas, con pocos amigos como testigos. Aunque al principio la noticia sorprendió y enfureció a la familia de Selena, finalmente, Abraham aceptó su matrimonio, aunque con reservas.
A pesar de la tensión, la pareja continuó adelante, trabajando junta en la banda y compartiendo su vida personal y profesional. Sin embargo, los desafíos de estar juntos las 24 horas del día, los 7 días de la semana, llevaron a momentos de duda y tensión, con Cris incluso considerando el divorcio en algunas ocasiones. No obstante, su vínculo se mantuvo fuerte, y nunca dejaron que su amor se desmoronara.
La tragedia de la muerte de Selena
El 31 de marzo de 1995, el mundo cambió para siempre. Selena fue asesinada por Yolanda Saldivar, la presidenta de su club de fans y gerente de sus boutiques de ropa. Saldivar, quien se había obsesionado con Selena, había estado manipulando y malversando dinero de la cantante. Tras ser confrontada por su conducta, Saldivar disparó a Selena en un motel de Corpus Christi, terminando con la vida de la estrella.
Selena fue llevada al hospital, pero los esfuerzos por salvarla fueron en vano. A las 1:05 de la tarde, fue declarada muerta debido a la gravedad de sus heridas. La tragedia fue aún más devastadora para Cris, quien perdió a la mujer que amaba y con la que había compartido su vida en secreto.
El dolor de Cris Pérez
Desde la muerte de Selena, Cris ha luchado por superar el dolor. En entrevistas posteriores, ha admitido que la pérdida de su esposa sigue afectándolo profundamente. A pesar de casarse nuevamente en 2001 con Vanesa Villanueva y tener dos hijos, Cris confesó que su segundo matrimonio fue en parte un intento de escapar del dolor de la pérdida de Selena. “Fue demasiado doloroso. Nunca hablé sobre la muerte de Selena. Volver a casarme y comenzar una nueva vida fue una forma de superar su pérdida”, dijo en una entrevista.
Sin embargo, el dolor nunca desapareció por completo. A lo largo de los años, el legado de Selena ha seguido presente en la vida de Cris. En 2020, conmemoró lo que habría sido el 25º aniversario de su boda con Selena, compartiendo un emotivo tributo en las redes sociales. “Es difícil creer que hoy se cumplen 25 años desde que Selena y yo decidimos casarnos en secreto. La influencia de Selena sigue siendo una fuerza constante en mi vida”, escribió.
Un legado que nunca muere
Aunque la tragedia sigue siendo una herida abierta para Cris Pérez, el legado de Selena continúa vivo en su música y en los corazones de millones de personas. Su impacto sigue siendo una fuente de inspiración, y la influencia que tuvo en la vida de Cris lo ha guiado a lo largo de su propio crecimiento personal y profesional.
La historia de amor entre Selena y Cris es una de las más conmovedoras de la música latina, un amor que desafió las dificultades, las adversidades familiares y los desafíos profesionales. 30 años después de su muerte, Selena Quintanilla sigue siendo un ícono cuya música y espíritu continúan resonando en el mundo, y su legado sigue vivo en la memoria de todos los que la amaron.