“A la edad de jubilación, por más tiempo libre que tengas, nunca te hagas amigo de estos 4 tipos de personas ‘tóxicas'”
A medida que envejecemos, nos damos cuenta de una verdad fundamental: todas las relaciones tienen una “fecha de caducidad”, y la manera en que nos relacionamos con los demás puede afectar nuestra vida en un 80%.
La mediana edad es una etapa difícil en la vida, ya que tenemos que cuidar de nuestros padres y educar a nuestros hijos, con todo el peso de estas responsabilidades sobre nuestros hombros. Por ello, no podemos malgastar nuestra energía en cosas innecesarias. Si seguimos tolerando e incluso manteniendo relaciones negativas sin atrevernos a decir algo, nuestra vida se volverá cada vez más difícil.
En este punto, hay una verdad que debemos aceptar: hay personas, incluso familiares cercanos, con quienes no podemos seguir soportando. No reaccionar ante ellas no significa que seamos crueles, sino que finalmente hemos aprendido a ser responsables con nosotros mismos.
Solo cuando establezcas límites claros con estas personas, podrás vivir de manera más liviana, cómoda y disfrutar más de la vida.
Personas que solo saben recibir, pero no dar
La mayoría de las personas de mediana edad han experimentado este tipo de relación: siempre hay alguien a su alrededor que “chupa sangre”. Esta persona puede ser un amigo, colega o incluso un familiar, pero tiene algo en común: solo sabe pedir y nunca da nada a cambio.
Li, de 35 años, está casado y tiene dos hijos pequeños, por lo que su vida es bastante estresante. Tiene un amigo de toda la vida que siempre le pide dinero prestado. Al principio, por la amistad, Li no podía rechazarlo. Con el tiempo, este amigo no solo dejó de devolver el dinero, sino que se volvió cada vez más descarado, pidiéndole incluso que usara su tarjeta de crédito para prestarle dinero. Peor aún, cuando la esposa de Li se enfermó y fue hospitalizada, el amigo siguió pidiendo dinero en lugar de ofrecer su ayuda.
Li no pudo soportarlo más y decidió rechazar todas las solicitudes de este amigo. Al principio se sintió incómodo, pero pronto se dio cuenta de que no solo evitó problemas, sino que también mantuvo su dinero. Lo más importante es que se sintió mucho más aliviado, sin tener que preocuparse por los constantes pedidos de este amigo.
Cortar la relación con este tipo de personas no significa que te estés volviendo frío, sino que finalmente has comprendido que los verdaderos amigos nunca te dificultarán la vida, ni solo te pedirán.
Personas astutas
Una de las personas más temidas en la vida es la que siempre está calculando y siendo astuta. Su habilidad principal es aprovecharse de ti. Aparentemente son amables y generosos, pero en realidad ya han planeado cómo sacar provecho de tu bondad.
Ángela tenía un compañero de trabajo que siempre le pedía favores. Al principio pensó que no había problema en ayudarlo un poco, ya que era su compañero de trabajo y se veían todos los días. Pero con el tiempo, esta persona comenzó a tratarla como su asistente gratuita, pidiéndole que resolviera no solo los asuntos de la oficina, sino también problemas personales.
Lo que más enfureció a Ángela fue que, durante las evaluaciones anuales en la empresa, este compañero se atribuyó su trabajo como propio. Gracias a esto, él fue reconocido mientras que ella no recibió ni un agradecimiento.
Recientemente, en una reunión, Ángela finalmente rechazó su solicitud frente a todos. Declaró que su trabajo estaba muy ocupado y que no tenía tiempo para ayudar a otros. Desde entonces, nadie se ha atrevido a aprovecharse de ella.
En la mediana edad, lo más importante es comprender el valor de uno mismo. No te comprometas ni toleres solo por miedo a herir los sentimientos de los demás. Tu tiempo y energía son limitados, y deben ser invertidos en personas que realmente te respeten y valoren.
Personas chismosas
La vida en la mediana edad no solo está llena de presiones laborales, sino también de pequeños problemas familiares. Y dentro de las relaciones familiares, la persona más temida es la que disfruta creando conflictos y divisiones. Aparentan preocuparse por ti y tu familia, pero en realidad solo desean que todo se complique y hacer que tu familia tenga problemas.
La experiencia de Xiaolan es un buen ejemplo. Después de casarse, su relación con su madre y su esposa no era cercana, pero tampoco conflictiva; todo se mantenía en términos de cortesía.
Xiaolan y su esposa vivían en la ciudad, mientras que su madre seguía en el campo, por lo que no se veían con frecuencia. Sin embargo, había una tía que siempre estaba “muy interesada” en transmitir noticias entre su madre y su esposa. Una vez que Xiaolan fue a casa, encontró a su tía quejándose con su madre de que su esposa no era respetuosa. Al hablar con su esposa, la tía insinuaba que la madre de Xiaolan tenía demasiadas exigencias, lo que hacía difícil para la nuera complacerla.
Con el tiempo, la tensión entre la madre y la esposa de Xiaolan creció, y casi terminó en un divorcio. Finalmente, Xiaolan se dio cuenta de lo que estaba sucediendo y decidió cortar la relación con esa tía. Luego, aclaró a su madre y a su esposa que todo lo que tuviera que decirse debía hacerse directamente, sin la intervención de terceros. Una vez que la tía dejó de crear problemas, la relación entre madre y nuera mejoró considerablemente.
A cualquier edad, la familia es el pilar más importante, el mayor tesoro. Cualquiera que destruya la armonía familiar no merece tu perdón. Cortar los lazos con ellos no es ser cruel, sino entender el verdadero valor de la felicidad familiar.
Personas que siempre descalifican a los demás
A medida que llegas a la mediana edad, lo que más necesitas es motivación positiva. Pero algunas personas siempre buscan desacreditarte, como si todo lo que haces fuera erróneo. Con el tiempo, esto puede llevar a una pérdida de confianza en ti mismo.
Cuando era joven, Minh Quang intentó iniciar un negocio, pero fracasó. Sin embargo, se levantó con fuerza y, finalmente, logró tener éxito.
A pesar de ello, un amigo suyo siempre le decía comentarios negativos: “Qué suerte has tenido. Pero la próxima vez no será igual”. Incluso cuando Minh Quang expandió su negocio, este amigo le aconsejó que no hiciera nada, alegando que no era el tipo de persona capaz de lograr grandes cosas.
Esas palabras le dolieron profundamente, pero después de reflexionar, Minh Quang se dio cuenta de que su amigo nunca celebró realmente sus logros. Decidió cortar la relación con él.
Hoy, con su negocio prosperando, Minh Quang compartió emocionado: “Hay personas que, si no las cortas, son como una piedra atada a tu pierna que te arrastra hacia abajo, nunca te dejarán avanzar. Al llegar a la mediana edad, tienes que aprender a alejarte de quienes te hacen dudar de ti mismo. Solo creyendo en ti podrás vivir mejor.”