La figura de los abogados defensores de líderes del narcotráfico como Joaquín «El Chapo» Guzmán, Ismael «El Mayo» Zambada y Rubén Oseguera González «El Menchito» no solo ha generado controversia por los juicios de alto perfil en los que participan, sino también por su papel más allá de los tribunales. Documentales como Los narcoabogados detrás de los cárteles de la droga de DW han revelado que estos profesionales suelen actuar como intermediarios, gestores de bienes e incluso confidentes de sus clientes.
En muchos casos, la relación abogado-cliente se ha comparado con un «matrimonio», debido a la confianza absoluta y la lealtad que se requiere. Sin embargo, también implica dilemas éticos complejos, por lo que muchos los consideran los «abogados del diablo».
El equipo legal detrás de la familia Guzmán
Jeffrey Lichtman: El defensor del Chapo y sus hijos
Jeffrey Lichtman, abogado neoyorquino con más de 30 años de experiencia, lideró la defensa de Joaquín «El Chapo» Guzmán en su juicio de 2019. Durante el proceso, argumentó que el verdadero líder del Cártel de Sinaloa era Ismael «El Mayo» Zambada. A pesar de su estrategia mediática, Guzmán fue condenado a cadena perpetua.
Actualmente, Lichtman representa a los hijos de Guzmán, Joaquín Guzmán López, alias «El Güero», y Ovidio Guzmán López, alias «El Ratón», quienes enfrentan cargos por narcotráfico y lavado de dinero en la Corte de Distrito Norte de Illinois.
Mariel Colón: La joven abogada que defendió a Emma Coronel
Mariel Colón, una abogada puertorriqueña que se unió al equipo de «El Chapo» a los 26 años, desempeñó un papel clave en la defensa de su esposa, Emma Coronel, condenada en 2021 por delitos relacionados con narcotráfico.
«Apuesto que quienes dicen que soy la abogada del diablo les encantaría tener a su lado a una abogada como yo si tuvieran que pasar por lo mismo», declaró Colón.
Los abogados de «El Mayo» y «El Vicentillo» Zambada
Frank Pérez: El defensor de la familia Zambada
Frank Pérez ha representado a Ismael «El Mayo» Zambada y a su hijo, Vicente Zambada Niebla, alias «El Vicentillo». Con más de 25 años de experiencia, comenzó su carrera como oficial de policía y fiscal adjunto antes de especializarse en casos de narcotráfico.
Los defensores de «El Mini Lic» y «El Menchito»
Edward Ungvarsky y Matthew Lombard: La defensa de «El Mini Lic»
Dámaso López Serrano, alias «El Mini Lic», recurrió a Edward Ungvarsky, un abogado que evitó la pena de muerte en casos graves como el de Ronald Hamilton en 2016. Matthew Lombard, otro abogado con experiencia en narcotráfico y delitos violentos, también forma parte de su equipo legal.
Anthony Colombo Jr. y Jan Edward Ronis: La defensa de «El Menchito»
Rubén Oseguera González, alias «El Menchito», hijo de Nemesio Oseguera Cervantes «El Mencho», contó con Anthony Colombo Jr. y Jan Edward Ronis en su defensa. Ambos han representado a capos como Benjamín Arellano Félix y Édgar Veytia.
Dilemas éticos de los abogados del narco
En el documental de DW, Rogelio de la Garza González, exabogado de Amado Carrillo Fuentes, alias «El Señor de los Cielos», reveló que sus clientes, a menudo percibidos como violentos, también tienen un lado humano: «Eran personas que ayudaban a su gente y negociaban. No usaban la violencia como se dice en las leyendas urbanas».
Silvia Rocío Delgado García, abogada de «El Chapo», declaró que Guzmán era «muy respetuoso, pero ignorante» y que la imagen mediática de los capos suele diferir de la realidad.
El abogado José Refugio Rodríguez, exdefensor de «El Chapo», señaló: «Hay una línea muy delgada entre el bien y el mal en esta profesión».
Conclusión: ¿Justicia o moralidad?
Los abogados del narco enfrentan una paradoja: su deber es garantizar una defensa justa, pero también deben lidiar con la presión social, los riesgos personales y las implicaciones éticas de representar a criminales de alto perfil. La historia de estos «abogados del diablo» sigue siendo un debate abierto sobre la línea entre el derecho y la moralidad.
