**Lyn May a sus 72 años: La Revelación que Todos Sospechábamos**

A los 72 años, Lyn May, la icónica vedette mexicana de las décadas de los 70 y 80, sigue sorprendiendo al público con su personalidad vibrante y su encanto innegable. Conocida por sus inolvidables actuaciones y su estatus como símbolo de sensualidad, Lyn May ha permanecido en el foco mediático a lo largo de los años. Sin embargo, en una reciente entrevista, la actriz y bailarina ha hecho una confesión sorprendente que ha dejado atónitos a sus seguidores.

### Un ícono del espectáculo

Lyn May, cuyo nombre real es Lilia Guadalupe Mendiola Mayares, se consolidó como una de las figuras más destacadas del cine y la vida nocturna en México durante los años 70. Con ascendencia china y una vida marcada por la lucha desde una edad temprana, Lyn May se abrió paso en el mundo del espectáculo trabajando primero como bailarina en cabarets. Su participación en películas del género “cine de ficheras” la catapultó a la fama, convirtiéndose en un símbolo de provocación y glamour en la cultura popular mexicana.

### El trágico giro en su vida

Aunque su carrera en el cine y los escenarios fue muy exitosa, la vida personal de Lyn May ha estado llena de tragedias. En la década de los 90, un procedimiento estético mal realizado cambió dramáticamente su apariencia. Tras ser engañada por un estafador que le prometió rejuvenecimiento con inyecciones de colágeno, Lyn May terminó con graves deformaciones faciales. A lo largo de los años, la artista ha buscado cirugías correctivas para remediar el daño, pero las secuelas del procedimiento fallido siguen siendo visibles.

### Una revelación impactante

Más allá de sus problemas estéticos, la mayor sorpresa vino en una reciente entrevista en la que Lyn May confesó algo que muchos habían sospechado. Durante el programa “El minuto que cambió mi destino”, Lyn May habló abiertamente sobre la muerte de su esposo, Antonio Chi Shu, en 2008. Lo que dejó a todos boquiabiertos fue su admisión de que, después de su fallecimiento, exhumó el cuerpo de su esposo y durmió junto a él por un tiempo. “Lo tenía en mi cama”, confesó Lyn May, explicando que fue una forma de lidiar con el profundo dolor que sentía tras su pérdida.

Este comportamiento, aunque extraño para muchos, refleja la intensa conexión emocional que Lyn May tenía con su esposo, a quien describió como un hombre generoso y amoroso. A pesar de las tensiones familiares que esta decisión generó, especialmente con su madre, Lyn May finalmente decidió dejar ir los restos de su esposo, gracias a la insistencia de su familia.

### Reflexión final

Lyn May ha sido una figura pública que ha sabido mantenerse vigente a pesar de las dificultades personales y profesionales que ha enfrentado. Su reciente confesión sobre su manera de lidiar con la muerte de su esposo muestra un lado vulnerable y profundamente humano que ha generado tanto empatía como controversia. A sus 72 años, sigue siendo una mujer que desafía las convenciones y continúa sorprendiendo al público, reafirmando su lugar en el imaginario popular mexicano como una de las vedettes más influyentes de su tiempo.

La vida de Lyn May, marcada por éxitos y tragedias, es un recordatorio de que, detrás del brillo y el glamour, las estrellas también enfrentan batallas internas. Hoy, Lyn May sigue activa, enseñando danza tahitiana y actuando en Cancún, demostrando que su espíritu sigue intacto, a pesar de las adversidades que ha enfrentado.